Por Antonia A. de Cela 💜
- Libro "Sentimientos"
De pequeña
yo tenía
una muñeca
china,
era la que
más quería,
de nombre,
le puse Nina.
Si no la
tenía en brazos
no me
podía dormir,
ella era
mi talismán,
lo era
todo para mí.
Llegué a
la pubertad
y Nina seguía
conmigo,
ella me
hacía compañía,
no
necesitaba amigos.
Pero un
día llegó
un amigo
inesperado
y Nina en
un rincón,
con todo,
quedó olvidado.
Algunas
veces creí
haber oído
su llanto,
al dejarla
abandonada
por aquel
amigo ingrato.
Pues
pasaron los meses
y se
marchó aquel amigo,
me engañó,
pero mi Nina
aún seguía
conmigo.
Dándome su
compañía
cosas que
no me faltaron,
su cariño
y su amistad,
en toda mi
pubertad.
Mi muñeca,
sé que no tiene corazón,
pero aquel que lo tenía,
poco lo demostró.
- Poesía protegida por los derechos de autor –