Por Aurora Tomás 💜
- Libro "No puedo dejar de sentir"
En el umbral de la librería, ya predices la felicidad que vas a obtener nada más acceder a ella.
Entras y la
emoción que te produce ver sus estantes, hace que tus pupilas se dilaten y que
tu mirada recorra con avidez las estanterías llenas de libros. De repente uno te
atrae, su título te seduce, tus manos se recrean acariciando la portada y lo
ojeas con timidez…
Mientras, sientes ese gozo de
saber que va a ser tuyo.
Lo compras y os vais a casa
juntos.
¡Por fin solos!, ya puedes
abrirlo.
Te sumerges en su lectura y te
deleitas en esos instantes en el que la punta de tu lengua sobresale entre tus
labios y deslizas tu pulgar hasta rozarse con ella, para después frotarlo con
tu índice y poder pasar delicadamente cada una de sus páginas…
Así, una y otra vez, hasta
sentir cómo el agotamiento se apodera de tus párpados y tus ojos se rinden a lo
evidente. Le introduces suavemente el punto de libro, lo cierras y acaricias
por última vez, tus manos palpan la mesita hasta alcanzar el pulsador de la
luz, a la vez que susurras:
- Hasta mañana.
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¿Quién dijo, que leer no es un placer?
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