Este Sant Jordi, demostramos que pase lo que pase, somos imparables. La necesidad de vernos las caras, juntarnos y hacer una Diada "normal", lo superaba todo... ¡Incluso las inclemencias climáticas!
Fue increíble ver como entre granizo y lluvia (en cuanto paraba un poco), la gente salía a pasear, acercándose a los puestos de libros y rosas.
Gracias, gracias a todos de todo corazo´n, familia, amigos, lectores, conocidos y "antes desconocidos".
Hacéis que las ilusiones no se apaguen jamás y siempre desee que llegue el próximo Sant Jordi, para volver a compartir momentos con vosotros.
¡Os quiero!